domingo, 2 de diciembre de 2007

Maneras de perder

Domingo, 2 de diciembre de 2007

La verdad es que llevo un tiempo sin escribir. Entre unas cosas y otras no he tenido demasiado tiempo. O quizás no he tenido demasiada inspiración.

Hoy vuelvo a uno de mis temas preferidos: el deporte. Como comenté un día he regresado a jugar al fútbol, bueno más bien al fútbol 7. Llevamos 3 partidos jugados y 3 derrotas. La verdad es que no hemos empezado demasiado bien. Espero que los resultados vayan mejorando poco a poco.

De todas formas las últimas derrotas me han enseñado, o quizás más bien recordado, que hay diferentes maneras de perder, más allá de los resultados.

El primer día perdimos 5-2. El partido fue igualado. De hecho la mayor parte del tiempo estuvimos empatados y simplemente el partido se perdió en los últimos minutos. Sin embargo, no hubo ningún espíritu. La comunicación no existió, cada uno hizo la guerra por su cuenta, el equipo no existió.

Estas sensaciones se trasladaron más tarde al vestuario, no hubo broncas ni nada por el estilo, pero, creo que la mayoría pensaba que el resultado no fue culpa suya sino del de al lado: ese pase mal dado, ese desmarque no seguido, ese tiro mal chutado,….

El segundo día la derrota fue más contundente 11-0. El equipo contrario era muy superior. Fuimos detrás todo el tiempo. Las posibilidades de remontada eran remotas y con el paso del tiempo, y de los goles, la moral no era la del principio. Sin embargo, más allá de la contundencia, las sensaciones fueron muy diferentes. La comunicación fue mejor, el espíritu de equipo fue mayor, las sensaciones de grupo más positivas. Quizás jugar contra equipos superiores influye sobre nuestro ego. Ayuda a que no nos creamos tan buenos. Sirve para que veamos nuestras debilidades y comprendamos a los demás, sus fallos, sus errores, etc.

Las derrotas siempre sirven para aprender cosas: la primera debe servir para comprender que sólo el equipo puede ganar los partidos. Las guerras por tu cuenta no sirven de nada.

La segunda debe servir para reforzar la unión, para que nos comprendamos con nuestras virtudes y nuestros defectos, con la dificultad que esto tiene para personas que se juntan una vez cada quince días para dar patadas a un balón.

¿y si trasladásemos estas enseñanzas al resto de nuestra vida, a aquéllos con los que nos juntamos más a menudo que una vez cada quince días?

“No puedes elegir el modo de perder, pero sí puedes elegir como recuperarte para ganar la próxima vez”

Pat Riley