jueves, 8 de noviembre de 2007

Mentiras, prejuicios y contratos temporales

Miercoles, 7 de noviembre de 2007

El mercado laboral es duro. Quien no ha sufrido en persona, a través de un familiar o de una persona cercana la crudeza del empleo: trabajos sin contrato, despidos improcedentes, reajustes de plantilla, acoso laboral e, incluso, acoso sexual.

Entre otras cuestiones que presenciamos cada día hay tres que quizás no sean tan llamativas, pero que inciden sobre nuestra vida diaria. Para condersarlas podríamos decir mentiras, prejuicios y contratos temporales.

En primer lugar, están las mentiras, las promesas que se incumplen. Muchas empresas se enorgullecen de su filosofía, de sus planteamientos. Sin embargo, cuentan con gente que de manera continua niegan con sus hechos las palabras.

En segundo lugar, los prejuicios. Éstos se observan tanto en la selección como en la valoración de las personas. La clase social, el apellido, la imagen, la pertenencia a un determinado grupo o el haber estudiado en una determinada facultad resulta más importante que la valía profesional, el compromiso, la responsabilidad,...La cuestión es incluso peor para las mujeres, quien no ha oido el mítico "está buena".

Por último, los contratos. Personas contratadas temporalmente, incluso a veces por tiempo que no permite conocer ni el trabajo. Se está hablando de contratos semanales, contratos de fin de
semana e incluso por unos días. Contratos que sólo pretenden tratar de pagar menos seguros y protecciones sociales y no responden a necesidades de verdad.

La verdad es que estas cuestiones no tienen demasiada relación con el resto de entradas de este blog, pero llega un momento en que uno necesita expresar su malestar por las cosas que le rodean.

En cualquier caso, éstos son solamente algunos de las dificultades que nos rodean y a lo largo de este blog habrá lugar para otras.

"El pueblo se encuentra más hambriento de respeto que de pan"

Karl Marx

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